Sergio R.

«Córdoba siempre es un buen refugio para escaparle a la ciudad. El camino a Cumbrecita se hace interminable para llegar al oasis de Loma de Tigre. Nos encanta estar allí. Siempre que podemos vamos a Córdoba y paramos en este hotel. La pileta es buenísima y la atención superlativa.»